Archivo General de la Nación considera dicho documento como «joya histórica».
El Archivo General de la Nación (AGN) está gestionando que la Unesco declare Patrimonio Cultural de la Nación al Acta de Capitulación de Ayacucho. Este documento es fundamental en la historia del Perú, ya que formalizó la retirada de las tropas españolas, consolidando así la gesta emancipadora del país.
A punto de cumplirse 200 años de la redacción del texto, el documento es considerado hoy una pieza clave en la historia del Perú porque con su firma, el 9 de diciembre de 1824 tras la batalla de Ayacucho y la derrota española en la Pampa de la Quinua, se selló la libertad del Perú y de los pueblos de América del Sur.
En el 2014, este importante documento fue incorporado como Patrimonio Documental en el Registro Peruano Memoria del Mundo de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) por su valor como fuente esencial para el estudio del proceso de emancipación del Perú.
Ahora, el Archivo General de la Nación (AGN) pretende que esta joya histórica, custodiada por el Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia del Perú (MNAAHP), sea declarada Patrimonio Cultural de la Nación a fin de asegurar su preservación para futuras generaciones.
En declaraciones para la agencia Andina, el historiador Alex Ortegal, encargado de la Unidad de Archivo del MNAAHP, señaló que el Acta de Capitulación es de gran relevancia porque fue firmado por ambos ejércitos, algo que le otorga una validez legal diferente al Acta de Proclamación de la Independencia, que fue refrendada por los vecinos y personalidades destacadas de esa época.
“El Acta de la Independencia es importante porque en ella se declara nuestra libertad, pero el Acta de Capitulación de Ayacucho marca el fin de esta guerra. Este documento fue firmado por José de Canterac del bando realista y por Antonio José de Sucre, por el lado de los patriotas”, refirió.
De acuerdo con el historiador, dicha acta consta de 18 cláusulas a dos columnas: en una de ellas se consigna el pedido del ejército realista y en la otra columna se indica si la solicitud fue concedida o no por los patriotas.
Este documento fue redactado en cuatro manuscritos originales que se encuentran en Bolivia, Argentina, Venezuela y Perú. «Debemos recordar que, en el periodo colonial, los documentos importantes se escribían en cuatro copias, es decir, en cuatro originales múltiples y cada uno tenía el mismo valor”.
Para el historiador, declarar patrimonio cultural un bien material o inmaterial significa reconocer la importancia, valor, alcance, difusión y las implicancias que tiene en el desarrollo humano, histórico, social y cultural de la nación, en base a las recomendaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) de 1970.
De esta manera, el Acta de Capitulación de Ayacucho ha ingresado a un proceso de inspección y evaluación por parte del AGN, entidad que emitirá un informe técnico en los próximos meses. Posteriormente, será remitido al Ministerio de Cultura con la finalidad de que sea declarado Patrimonio Cultural de la Nación.
Batalla de Ayacucho
El 9 de diciembre de 1824, se libró la Batalla de Ayacucho en la Pampa de la Quinua, que significó el enfrentamiento definitivo contra el ejército realista que defendía la continuidad del gobierno de la monarquía hispana.
Las tropas patriotas estuvieron comandadas por Antonio José de Sucre y las realistas por el virrey José de La Serna y el general José de Canterac.
El ejército patriota, a pesar de ser menor en número y estar ubicado estratégicamente en un lugar desfavorable para el combate, logró una contundente victoria.
Tras el triunfo en la Pampa de la Quinua, se redactó y firmó la Capitulación de Ayacucho, invalorable documento, firmado por el teniente general José de Canterac como Jefe del Estado Mayor en representación del último virrey del Perú, José de la Serna, y por parte del ejército patriota, el general Antonio José de Sucre como comandante del ejército en representación de Simón Bolívar.
FUENTE: ANDINA
Comentarios recientes